Después de la devaluación de enero, llegó el turno de las paritarias. Mientras, el acuerdo de precios intenta contener la inflación.
Por Pablo Varela
El quehacer económico, no da tregua. Dólar, inflación y paritarias en cierne. El acuerdo con Repsol, cierra un ciclo nefasto de privatizaciones. La cosecha se prevé aliviadora en el frente externo. Los desafíos venideros, se avizoran harto peliagudos en los ojos del cronista. El kirchnerismo, en su hora crucial. De cómo sortee el primer semestre, dependerá buena parte de su suerte para el 2014, y todo el resto de su mandato.
Paritarias y conflictividad gremial
Las paritarias, signo distintivo del actual ciclo político, son motivo de conflicto. El caso más traumático siempre: los docentes. Dieciocho provincias sin clases. En los pagos bonaerenses, los gremios rechazaron enfáticamente las diferentes ofertas del gobierno sciolista. Su objetivo de máxima: un aumento salarial del 35 %. El nudo gordiano es la inflación, máxime cuando el ciclo actual se ha caracterizado por recomposiciones salariales, convenciones colectivas y sustancial mejora de la participación del salario en el PBI. La “sacudida” de aumentos estivales reviste preocupaciones tanto en el gobierno nacional, como en los diferentes gremios. Un dato llamativo del discurso inaugural de la sesiones ordinarias parlamentarias, fue la ausencia de los líderes de las centrales obreras afines al gobierno, Antonio Caló (CGT) y Hugo Yasky (CTA). Los dos últimos años, el gobierno zanjó diferencias con los maestros a través de decretos. De cómo sortear el transe paritario (docente y no docente), dependerá en buena medida los niveles de conflicto social a lo largo del año. La “cuestión” reviste máxima gravedad, el número final que surja de la negociación será tomado como referencia para el resto de los gremios. Un dato insoslayable: el notable incremento de afiliaciones sindicales en la última década. Con una tasa de desempleo cercana al 7% (casi pleno empleo) se robustece la capacidad de lucha de los trabajadores.
Inflación y concentración: dos caras de una misma moneda
Los niveles de concentración de la economía argentina han sido una característica que el actual gobierno no ha podido torcer. Datos duros: Sancor y La Serenísima, acaparan el 75 % de la producción lechera, Arcor posee el 80 % de la producción de enlatados. Aceitera General Deheza y Molinos Ríos de la Plata concentran el 80 % de la producción de aceites mientras que Ledesma, produce el 75 % del azúcar. El rubro comercialización, exhibe igualmente números preocupantes: Carrefour, Cencosud (Jumbo, Disco, Vea) y Coto, aglutinan el 70 % del rubro hipermercadista con 29 %, 21 % y 20 % respectivamente. En materia de comercialización de granos (rubro clave por el ingreso de divisas), el 80 % de dicho comercio está en manos de 10 empresas, de las cuales 8 son de origen extranjero.
Aunque en el discurso inaugural de las sesiones ordinarias legislativas, no haya habido referencias directas a la inflación, la Presidente de la Nación exhortó a los empresarios a “no matar la gallina de los huevos de oro”, y mencionó elogios de la FAO respecto del programa de Precios Cuidados que “facilitan el acceso a los alimentos”. El cronista, cree a esa política escasa e insuficiente. El nuevo índice de medición de precios, (IPCNu) arrojó una inflación de 3,7% en el mes de enero. Proyectado anualmente la cifra sería de 44,4%, aunque el recurso es engañoso, dado que el verano presupone siempre aumentos exagerados, máxime con buena parte de la sociedad volcada masivamente al consumo. El índice de febrero debería recoger las consecuencias de la devaluación. Éstos, aún no han sido difundidos. Semanas pasadas el secretario de comercio interior, Licenciado Augusto Costa, anunció multas a empresas varias como Carrefour y Día por 1.316.000 pesos y 606.000 pesos respectivamente. La lista sigue, los ejemplos son apenas ilustrativos. Las empresas podrán apelar en la justicia contenciosa administrativa. Las multas no se harán efectivas, sino hasta que los togados dictaminen. En economías centrales, la historia es muy otra: en 1999 la Unión Europea cobró multas a Microsoft por 497 millones de euros. En 2001, Siemens fue sancionado por 397 millones en la misma moneda. El senador Fernández y los diputados Recalde y Cabandié han desarrollado proyectos de ley orientados a corregir, lo que parecerían nimias sanciones, en el marco del volumen de facturación de estas grandes empresas.
Dólar y energía: dos variables de una misma ecuación
Con su habitual sólida argumentación, el ministro de economía Kicillof, defendió el acuerdo con la petrolera Repsol ante las comisiones de energía y presupuesto del senado. Ponderó el ahorro de 1200 millones de dólares por energía no importada gracias al aumento de la producción, y de 2000 millones por dividendos no remitidos a casa matriz. La recuperación del 51% del paquete accionario de YPF llegó en un contexto de déficit de la balanza comercial energética. Sin embargo, su recuperación implica una herramienta de soberanía colosal para las futuras generaciones.
El pasado 20 de enero, el gobierno devaluó el tipo de cambio un 23%, frente a las tensiones en el mercado de cambios. Una batería de medidas logro amainar los ánimos en torno al dólar, al menos en el corto plazo. La cosecha que se prevé superior a las 100 millones de toneladas proveerá al BCRA de dólares genuinos. Sin embargo, el gobierno deberá “afinar la puntería” e incrementar el control sobre los precios si pretende que la inflación no se “coma” la nueva competitividad del tipo de cambio. Sellar el acuerdo con Repsol, forma parte de un viraje en la estrategia gubernamental que intentará volver a los mercados. Recientemente, se emitió un comunicado afirmando que las negociaciones con el club de París se retomarán a fines del mes de mayo. Estas acciones, apuntan a que la economía argentina acceda a dólares baratos, siendo éstos, un insumo básico en la actual etapa de sustitución de importaciones.
El cronista entiende que el estrecho marco conceptual en el que opera la oposición política argentina, le impide el “salto de calidad” necesario en la etapa venidera. En cambio, apuesta “sus porotos” al kirchnerismo o a cualquier “ismo” que dentro del campo nacional y popular pueda sucederlo. La década del consumo se ha agotado. La que viene, deberá estar indefectiblemente, sujeta a la inversión.
APU