Elisa Carrió fue implacable.
–Kirchner y Hitler son lo mismo, sentenció.
Por Diego Schurman
El periodista la miró atónito. Y le recordó los campos de concentración del nazismo.
–Esa es la única diferencia.
–¿Esa es la única diferencia?
–Sí. La falta de libertad de expresión, la cooptación de organizaciones, la compra de dirigentes, el miedo de la sociedad. El uso del espionaje. Hay grados pero siempre es fascismo.
Lilita se habrá olvidado de semejante afirmación, realizada en 2006. De lo contrario no se entiende su decisión de alcanzar un acuerdo político con Maurico Marci.
El jefe de gobierno porteño está procesado por espionaje. Se investiga su responsabilidad en el armado de una estructura para realizar escuchas ilegales a adversarios políticos y familiares.
Por esa causa, irán a juicio oral el ex ministro de Educación, Mariano Narodowski, el espía Ciro James, y el ex jefe de la Policía Metropolitana, Jorge "Fino" Palacios, a la vez procesado por encubrimiento en el atentado a la AMIA.
Carrió hace rato que expresa que la ideología no es un límite para congeniar una sociedad política. De allí la explicación de su acercamiento, en distintas etapas, a Ricardo López Murphy, Patricia Bullrich o Alfonso Prat Gay, en desmedro de Marcela Bordenave, Jorge Giles, Héctor Timerman, José Vitar, Fernando Melillo, Lucy de Cornellis, Rafael Romá y Graciela Ocaña, por nombrar sólo algunos de sus viejos laderos.
–¿Si la ideología no es un límite se podría asociar con cualquiera? -le preguntaron en alguna oportunidad a la líder de la Coalición Cívica.
–No
–¿Y cuál es el límite?
–Los deshonestos, los que no cumplen sus obligaciones ciudadanas -fijó sus principios.
Curioso. Porque fue ella misma –junto al legislador Fernando Sánchez– quien presentó una denuncia penal contra Macri por "abuso de autoridad" e "incumplimiento de los deberes de funcionario público" ante la aprobación de un acuerdo con el empresario del juego Cristóbal López, hoy dueño del canal C5N.
La denuncia también solicitó que "se investigue al empresario Nicolás Caputo", a quien señalan en el escrito como "socio de Macri, que carece de funciones en el gobierno de la Ciudad pero que habría negociado la Addenda (adición) al convenio" celebrado con López.
"La Addenda que modifica el convenio oportunamente ratificado mediante la Ley 1182 lo que hace es condonar millones de pesos adeudados en concepto de Ingresos Brutos por las salas de juego y apuestas de caballos de propiedad del empresario Cristóbal López, en el Hipódromo Argentino de Palermo S.A. y en los buques de Casino Buenos Aires S.A.".
Carrió y Sánchez apuntaron que la decisión implica "alrededor de 1000 millones. A cambio de lo cual, se estableció un canon especial del 3% a las ganancias de los tragamonedas y las carreras de caballos, que comenzaría a regir desde 2014", y que, dicen, "equivaldrían a unos 350 millones de pesos al año".
Esta semana, cuando le recordaron sus propias demandas judiciales contra el jefe de gobierno porteño, de repente su inflexibilidad dejó de ser tal.
"Si bien tengo varias denuncias contra Macri por abandono de persona, por su relación con Cristóbal López, rescato muchísimo a muchísima gente del PRO", dijo, alentando igualmente la posibilidad de integrarlo al espacio que hoy conforman radicales, socialistas, la Coalición Cívica, el GEN, Proyecto Sur y Libres del Sur.
Y volvió sobre su propuesta desideologizante. "No creo en las ideologías; es más, creo que han sido devastadoras para la humanidad. Como no tengo pensamiento ideológico creo que hay buena gente en todos lados, en la izquierda, en la derecha, en el centro, incluso hasta peronistas, no así en el PJ".
Claro que lo que le puede sumar por un lado, seguramente para abonar a su objetivo de convertirse en jefa de gobierno porteño en 2015, amenaza con restarle por otro.
El radical Ricardo Gil Lavedra alertó el peligro que conllevaría el acercamiento al PRO, a quien UNEN se enfrentó electoralmente –y con éxito– en octubre del año pasado.
"Ella permanentemente ha dicho, no sé con qué razones, que Macri es un corrupto, es un ladrón, y ahora lo que está proponiendo es que se arme un frente electoral con él, cosa que obviamente está en las antípodas de las fuerzas que están tratando de construir un espacio progresista", apuntó Gil Lavedra.
Y comparó a Lilita con una caricatura. "Ralf el Demoledor es un personaje, un gordo, cuya única función era destruir lo que los otros construían hasta que en un momento dado se arrepiente y quiere volverse bueno, pero ya los otros no quieren que se vuelva bueno porque no le era funcional a lo que ellos construían", dijo.
Hasta Julio Cobos y Hermes Binner, con la moderación que los caracteriza, pusieron reparos a un entendimiento. "Compatibilizar esto lo veo bastante difícil, no lo veo conveniente ni para el PRO ni para el espacio socialdemócrata", sostuvo el aspirante radical a la presidencia. "Hay un marco teórico que nos diferencia del PRO", se sumó el socialista.
Previsiblemente más enérgicos se mostraron Pino Solanas y Humberto Tumini, quienes ostentan un historial en el centro-izquierda y la izquierda. "El PRO y el Frente Renovador no tienen cabida", dijo el senador y pareja política de Carrió. "El proyecto de Macri es explícitamente de centro-derecha, con notorias diferencias con nosotros en términos de concepciones económicas, en lo que entendemos por democracia, por transparencia institucional y honestidad en la gestión pública, en la visión de mundo que nos rodea. No por nada de Macri para abajo la dirigencia del PRO apoyó entusiastamente al gobierno de Carlos Menem en los años noventa, sin problema alguno con el PJ", comunicó el dirigente de Libres del Sur.
Así las cosas, el que más se enganchó con la idea de Lilita no fueron sus compañeros de batalla sino el propio Macri.
"Obvio que me sentaría a hablar de política con Carrió. Nuestro espacio no tiene problemas con la doctora Carrió, nuestros votantes le tienen simpatía", entornó la puerta, dejando entreabierta la posibilidad de un acuerdo, aunque señalando que su prioridad es ampliar el PRO.
Después de pelearse con Joaquín Morales Solá, acaso el analista preferido de Carrió pase a ser Groucho Marx, aquel actor, humorista y escritor norteamericano que patentó la frase. "Estos son mis principios, si no le gustan... tengo otros"
Infonews
–Kirchner y Hitler son lo mismo, sentenció.
Por Diego Schurman
El periodista la miró atónito. Y le recordó los campos de concentración del nazismo.
–Esa es la única diferencia.
–¿Esa es la única diferencia?
–Sí. La falta de libertad de expresión, la cooptación de organizaciones, la compra de dirigentes, el miedo de la sociedad. El uso del espionaje. Hay grados pero siempre es fascismo.
Lilita se habrá olvidado de semejante afirmación, realizada en 2006. De lo contrario no se entiende su decisión de alcanzar un acuerdo político con Maurico Marci.
El jefe de gobierno porteño está procesado por espionaje. Se investiga su responsabilidad en el armado de una estructura para realizar escuchas ilegales a adversarios políticos y familiares.
Por esa causa, irán a juicio oral el ex ministro de Educación, Mariano Narodowski, el espía Ciro James, y el ex jefe de la Policía Metropolitana, Jorge "Fino" Palacios, a la vez procesado por encubrimiento en el atentado a la AMIA.
Carrió hace rato que expresa que la ideología no es un límite para congeniar una sociedad política. De allí la explicación de su acercamiento, en distintas etapas, a Ricardo López Murphy, Patricia Bullrich o Alfonso Prat Gay, en desmedro de Marcela Bordenave, Jorge Giles, Héctor Timerman, José Vitar, Fernando Melillo, Lucy de Cornellis, Rafael Romá y Graciela Ocaña, por nombrar sólo algunos de sus viejos laderos.
–¿Si la ideología no es un límite se podría asociar con cualquiera? -le preguntaron en alguna oportunidad a la líder de la Coalición Cívica.
–No
–¿Y cuál es el límite?
–Los deshonestos, los que no cumplen sus obligaciones ciudadanas -fijó sus principios.
Curioso. Porque fue ella misma –junto al legislador Fernando Sánchez– quien presentó una denuncia penal contra Macri por "abuso de autoridad" e "incumplimiento de los deberes de funcionario público" ante la aprobación de un acuerdo con el empresario del juego Cristóbal López, hoy dueño del canal C5N.
La denuncia también solicitó que "se investigue al empresario Nicolás Caputo", a quien señalan en el escrito como "socio de Macri, que carece de funciones en el gobierno de la Ciudad pero que habría negociado la Addenda (adición) al convenio" celebrado con López.
"La Addenda que modifica el convenio oportunamente ratificado mediante la Ley 1182 lo que hace es condonar millones de pesos adeudados en concepto de Ingresos Brutos por las salas de juego y apuestas de caballos de propiedad del empresario Cristóbal López, en el Hipódromo Argentino de Palermo S.A. y en los buques de Casino Buenos Aires S.A.".
Carrió y Sánchez apuntaron que la decisión implica "alrededor de 1000 millones. A cambio de lo cual, se estableció un canon especial del 3% a las ganancias de los tragamonedas y las carreras de caballos, que comenzaría a regir desde 2014", y que, dicen, "equivaldrían a unos 350 millones de pesos al año".
Esta semana, cuando le recordaron sus propias demandas judiciales contra el jefe de gobierno porteño, de repente su inflexibilidad dejó de ser tal.
"Si bien tengo varias denuncias contra Macri por abandono de persona, por su relación con Cristóbal López, rescato muchísimo a muchísima gente del PRO", dijo, alentando igualmente la posibilidad de integrarlo al espacio que hoy conforman radicales, socialistas, la Coalición Cívica, el GEN, Proyecto Sur y Libres del Sur.
Y volvió sobre su propuesta desideologizante. "No creo en las ideologías; es más, creo que han sido devastadoras para la humanidad. Como no tengo pensamiento ideológico creo que hay buena gente en todos lados, en la izquierda, en la derecha, en el centro, incluso hasta peronistas, no así en el PJ".
Claro que lo que le puede sumar por un lado, seguramente para abonar a su objetivo de convertirse en jefa de gobierno porteño en 2015, amenaza con restarle por otro.
El radical Ricardo Gil Lavedra alertó el peligro que conllevaría el acercamiento al PRO, a quien UNEN se enfrentó electoralmente –y con éxito– en octubre del año pasado.
"Ella permanentemente ha dicho, no sé con qué razones, que Macri es un corrupto, es un ladrón, y ahora lo que está proponiendo es que se arme un frente electoral con él, cosa que obviamente está en las antípodas de las fuerzas que están tratando de construir un espacio progresista", apuntó Gil Lavedra.
Y comparó a Lilita con una caricatura. "Ralf el Demoledor es un personaje, un gordo, cuya única función era destruir lo que los otros construían hasta que en un momento dado se arrepiente y quiere volverse bueno, pero ya los otros no quieren que se vuelva bueno porque no le era funcional a lo que ellos construían", dijo.
Hasta Julio Cobos y Hermes Binner, con la moderación que los caracteriza, pusieron reparos a un entendimiento. "Compatibilizar esto lo veo bastante difícil, no lo veo conveniente ni para el PRO ni para el espacio socialdemócrata", sostuvo el aspirante radical a la presidencia. "Hay un marco teórico que nos diferencia del PRO", se sumó el socialista.
Previsiblemente más enérgicos se mostraron Pino Solanas y Humberto Tumini, quienes ostentan un historial en el centro-izquierda y la izquierda. "El PRO y el Frente Renovador no tienen cabida", dijo el senador y pareja política de Carrió. "El proyecto de Macri es explícitamente de centro-derecha, con notorias diferencias con nosotros en términos de concepciones económicas, en lo que entendemos por democracia, por transparencia institucional y honestidad en la gestión pública, en la visión de mundo que nos rodea. No por nada de Macri para abajo la dirigencia del PRO apoyó entusiastamente al gobierno de Carlos Menem en los años noventa, sin problema alguno con el PJ", comunicó el dirigente de Libres del Sur.
Así las cosas, el que más se enganchó con la idea de Lilita no fueron sus compañeros de batalla sino el propio Macri.
"Obvio que me sentaría a hablar de política con Carrió. Nuestro espacio no tiene problemas con la doctora Carrió, nuestros votantes le tienen simpatía", entornó la puerta, dejando entreabierta la posibilidad de un acuerdo, aunque señalando que su prioridad es ampliar el PRO.
Después de pelearse con Joaquín Morales Solá, acaso el analista preferido de Carrió pase a ser Groucho Marx, aquel actor, humorista y escritor norteamericano que patentó la frase. "Estos son mis principios, si no le gustan... tengo otros"
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