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Channel: memoria identidad y resistencia
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NORBERTO GALASSO Y LAS PASO SEGUNDA PARTE.

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Caracterización del actual proceso político Vivimos hoy pues un proceso de transformación que tiene detrás una Década Ganada o para ser más precisos, un proceso de liberación nacional que por supuesto, como en todo proceso de este tipo, mantiene aún algunos problemas sin resolver. Pero este proceso no lo encabeza una burguesía nacional dispuesta a enfrentar a los intereses imperialistas para desarrollar un capitalismo autónomo. Carece de esa estrategia porque carece de conciencia nacional, porque es débil, porque ni siquiera puede rotularse como burguesía nacional (ya que el aparato productivo está altamente extranjerizado). De manera tal que un proceso de liberación nacional en estas condiciones sólo puede profundizarse en un camino de cambios drásticos, a través de una profundización, en un camino semejante al que ha tomado Venezuela, por ejemplo donde, cuando Techint no quiso someterse a la planificación del gobierno, fue expropiada. Todo lo hecho hasta aquí ya ha advertido al enemigo que vamos por más y que ese es el único camino, Avanzar en las elecciones de octubre implicará un primer paso. El segundo estará dado por robustecer todas las líneas del Frente para la Victoria y preparar las fuerzas para ganar el 2015. Para ello es imprescindible que la clase trabajadora vuelva a constituir, por ahora, la columna vertebral, sin desmerecer por eso los aportes que pueda cumplir la juventud, reorganizar el P. J. o el Frente o como se llame, en la estructura partidaria, donde la opinión de los militantes incida, donde el compañero de base sepa que va a tener su posibilidad de promover a un candidato y no a otro, que “las mesas chicas” ya no arman las listas con gruesos errores y que si hubo errores, no hay que repetirlos. Sólo una fuerte participación popular, en los sindicatos, en las unidades básicas, en los ateneos culturales, etc. puede asegurar la permanente revalidación de los liderazgos para avanzar en las transformaciones que urgen. La oposición –desde los traidores que integraron un día nuestras filas hasta los declinantes que un día levantaron nuestras banderas- se jugará el todo por el todo. Ellos saben lo que quieren aunque no pueden expresarlo públicamente como no podía expresarlo Menem en el 89, según propia confesión. Pero saben que quieren las AFJP, el libre juego de divisas, la libertad de empresa (y no de prensa verdadera), en fin, “el ajuste”. Nosotros estamos en condiciones de expresar que vamos a dar apoyo total a las empresas recuperadas, a las cooperativas, que vamos a producir medicamentos en empresas estatales, que vamos a recuperar la red ferroviaria, no en vanas promesas demagógicas, y además explicar incluso cuando no se puede hacer determinada transformación cuáles son los inconvenientes que exigen dejarla para más adelante. De la Presidenta hacia el pueblo y del pueblo hacia la presidenta, pero no sólo en los actos sino en el día a día, a través de la forja de los cuadros medios necesarios en las distintas áreas y mecanismos de comunicación, exigir por ejemplo que las comunas funcionen aunque para ello entremos en conflicto con el macrismo que las obstaculiza, aplicar la ley de medios para que todos se expresen, controlar los costos en origen. Sabemos que solo con la democracia, como decía Alfonsín, no basta, que no se come, ni se educa, ni se cura, que sólo un auténtico protagonismo popular hará posibles cambios profundos y duraderos, y el surgimiento de militantes y cuadros que aseguren que las conquistas logradas no se perderán. Que no se ilusionen los Magneto, los Mitre, los Biolcati, los Etchevere y otros por el estilo. Que saluden amablemente y se retiren del escenario, ya no tienen nada que hacer en el mundo nuevo, en esta América Latina, que a pesar de todos los obstáculos, va consolidando su liberación y su unificación concretando transformaciones profundas y Argentina debe estar a la altura que corresponde vigorizando esos cambios.. Para ello también es preciso un conocimiento profundo de la realidad en que actuamos. Que el militante común, cuando confronta dentro de su familia y le piden paz y consenso, sepa que en ningún lado donde hay ricos y pobres hay fraternidad ni siquiera buenas maneras. Que la paz y la tranquilidad son propias de los cementerios. Que antes es necesario que impere la justicia y entonces no habrá confrontación. Que cada ateneo o unidad básica se convierta en un hervidero de discusión, de descolonización ideológica, de “avivar giles siendo nosotros solo giles avivados”-como decía Jauretche- que transmitimos la verdad en la economía, la historia, la cultura, la unión latinoamericana y que salgan de allí las nuevas propuestas, nuevas refutaciones a los mitos de la clase dominante. La fuerza de la juventud debe estar puesta en el territorio, en la ayuda al barrio, pero no hay mejor ayuda que difundir las ideas de Jauretche, de Scalabrini Ortiz, de Cooke, de Hernández Arregui y por supuesto, de Perón. Lograr colocar al lado de los trabajadores a las clases medias a través de la descolonización es una de las tareas principales para destrozar el mensaje de los Lanata, Nelson Castro, Bonelli y tantos otros periodistas al servicio del gran capital. Ese mensaje intenta legitimar la vuelta a los 90 y es preciso quebrarlo con argumentos poderosos, que nos sobran, en todos los frentes donde presenten batalla ideológica Con esos mensajes crean agenda e imponen los temas que resultan más sensibles a los sectores medios. Lo hicieron desde allá lejos con la historia mitrista, la economía liberal, la cultura enciclopedista, etc. Lo siguen haciendo ahora adjudicado al gobierno la inseguridad, la inflación, la corrupción y la intolerancia con la consiguiente confrontación. Estos fueron la base de un gorilismo que ha resurgido en los últimos años. No podemos, sin embargo, dejar de mencionar algunos errores del movimiento nacional, como lanzar, con poco tiempo, un candidato casi desconocido así como, en la preparación de las listas “a mesa chica” ignorar algunas figuras importantes por motivos secundarios. El actual proceso político Las grandes corporaciones económicas, Sociedad Rural, Clarín, etc. se dieron a la tarea de buscar un Capriles, es decir, alguien que escondiese su verdadera condición liberal tras una aparente reconocimiento a algunos hechos del gobierno, como si se tratase de un peronista prolijo, honesto, que aceptaba lo bueno realizado pero corregiría la confrontación, (inevitable en un régimen social desigual). Allí apostaron con mucho dinero y sacaron de la galera a un tipo joven -lindo según dijo la señora de Duhalde- que vive en uno de los countries mas caros del país y cuya intendencia está rodeada por los municipios donde vive la gente más rica del país. La circunstancia de haber participado del gobierno como jefe de gabinete facilitó la confusión y aparece hoy como un posible presidenciable, mientras que el movimiento nacional ofrece debilidad en este terreno pues no se han forjado los cuadros necesarios. También es cierto que los vaticinios demasiado optimistas provienen del microclima que existe en los sectores de nueva clase media, progresistas, que han celebrado fervorosamente el matrimonio igualitario, la identidad de género, el castigo a los represores, avances que valoran en alto grado esos lectores de Página 12 pero que en cambio resultan evaluadas con menor interés por los trabajadores. A su vez los sectores de clase media con pensamiento más ligado al viejo país se molestan según su criterio, porque es una mujer la que ejerce la presidencia, porque no se cumple con formalidades como reuniones de gabinete, porque se cuestiona a un periódico que por rutina compran hace muchos años. Desafíos futuros Pero al igual que en el 2009, cuando fue derrotado por Narváez, el gobierno ha reaccionado políticamente. Por un lado, ha elevado el mínimo no imponible liberando a los trabajadores que ganan hasta 15.000 de la obligación de pagar ganancias -reclamo que había sido bandera de Moyano, antes de su derrumbe político, y de otros sectores de la oposición a la cual el gobierno no había accedido porque provocaría déficit fiscal. Al mismo tiempo ha creado un sistema de diálogo con sectores económico-sociales, mejorando así su relación con la CGT de Caló, que hasta ese momento no había tenido mayor reconocimiento por su oposición a los planteos del moyanismo y también con sectores de la industria. Al mismo tiempo, intenta robustecer la figura de Insaurralde para lograr que la elección arroje resultados mejores que los de las PASO. Esto no es fácil porque los votantes de Narváez probablemente se vuelquen a Massa e incluso algunos reaccionarios de otros partidos, pero expresa que el gobierno se defiende y avanza. La tenida en la Justicia con respecto a la ley de medios también parece haberle salido bien en el debate, aunque no se sabe si la justicia fallará o lo dejara para más adelante pero sería vergonzoso para los magistrados declarar la inconstitucionalidad de la ley después de los debates contundentes que probaron la constitucionalidad. Quienes entendemos que el gobierno debe profundizar el modelo retomando las banderas del 45 con la perspectiva de avanzar hacia el socialismo del siglo XXI que planteó Chávez, (control de precios y otras medidas), consideramos que ese es el camino que se consolidará haciendo posible transformaciones más profundas con la mira puesta en una América Latina libre, unida e igualitaria.

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