Con el retiro voluntario de productores y candidatos antes de promediar el show, los premios de la televisión levantaron acusaciones de “arreglo”. El polémico show de Jorge Lanata. Si cualquiera revolviera los registros de los espectáculos que cobijó el Teatro Colón desde su inauguración en 1908, ninguno expondría una fuga de espectadores tan marcada como la que dejó en la historia la última entrega de los premios Martín Fierro. En la Asociación de Periodistas de la Televisión y la Radiofonía Argentina (APTRA) todavía cuentan las marcas luego de la ceremonia en la que faltaron los canapés pero no las polémicas. Con la organización de Telefé y el máximo coliseo nacional como escenario, “los premios de la televisión argentina” dejaron al canal anfitrión como el principal ganador con 13 estatuillas, seguido por El Trece, con 9. La TV Pública logró completar el podio al reunir cuatro Martín Fierro, dos de ellos para la ficción En terapia. América y Canal 9 completaron la grilla con 3 y 2 estatuillas, respectivamente. Pero no todo fueron aplausos y festejos, por momentos el show tomó ribetes políticos que incomodaron a varios y ocasionaron deserciones. Bastante obvio para la audiencia, desde las 22.30 se notó una retirada importante de candidatos y productores, que obligó a Telefé a disponer entre el público a unos 70 extras que recorrían el salón según lo necesitaran las cámaras. “Estuvo muy politizada esta entrega. Los Martín Fierro tienen que ser una noche artística profesional, no lo que pasó. Personalmente me aburren los discursos cuando se politizan. Hubo muchos silbidos y aplausos cruzados. Perdió la elegancia, en vez de una fiesta del espectáculo se transformó en un acto político”, rezongó primera Mirtha Legrand antes de irse a comer con Florencia de la V, que tampoco quiso esperar hasta el final. En cuanto pudo, el mismo camino siguió Susana Giménez, obligada a estar por su vínculo laboral con Telefé. Todo había empezado un rato antes cuando Marley, conductor del evento, recibía a Jorge Lanata para entregarle uno de los cuatro galardones que recibirían sus programas Periodismo para todos y Sin filtro. Lejos de saludar a su familia, el periodista leyó una lista de funcionarios y figuras públicas a las que agradeció. Además, el conductor de PPT intentó dar clase sobre cómo ejercer el periodismo, y se quejó porque “antes había más gente que me saludaba acá”. Así, entre silbidos y aplausos, reclamó por percibir “una grieta que divide al país”. Las respuestas no tardaron. “Fue una emboscada con el gallinero lleno de infiltrados que aplaudían al payaso triste. Le robaron los trapos a Telefé. La grieta está en el lomo del chanchito alcancía”, escribió en Twitter Claudio Villarruel, ex gerente de programación del canal, antes de emprender la fuga. También Paola Barrientos, quien ganó como mejor actriz de reparto, se permitió ironizar sobre el discurso de Lanata y más tarde dijo que se sintió “violentada” por tener que escuchar discursos opositores.“Siento que quedamos como rehenes de una operación, escuchando algo que no apoyamos y no pudiendo responder. Tengo gente conocida que comprende ciertas cosas mías, pero el gallinero aplaudidor evidentemente no. Yo me sentí violentada, no fue una noche de disfrute. Me sentí obligada a ser parte de esto”, se quejó la integrante de Graduados, los grandes ganadores de la noche que se llevaron el Martín Fierro de Oro. Otra que al subir a presentar un premio luego de Lanata pidió “cambiar el clima” fue Nancy Duplaa. “No estamos de acuerdo con él y no está bien que tengamos que tomar parte en esto”, afirmó tras una ceremonia comprimida que incluyó siete premios grabados durante la tarde para cumplir con un cronograma de tres horas de transmisión. Entre ellos, Reynaldo Sietecase por su participación en el noticiero de Telefé, cuyo discurso el año pasado cruzó directamente a Lanata, pero que este año extrañamente fue grabado. “Dio la sensación de que lo de Lanata estuvo planeado, primero agredió y después pidió reconciliación. Era raro ver que había en los palcos gente que gritaba muchísimo cuando aparecía Lanata. Estaba planeado”, afirmó Mex Urtizberea. Sin saberlo, un dato abona esa teoría: Telefé y APTRA repartieron discrecionalmente entradas para los palcos altos, una de las condiciones de los popes de El Trece para ir habría sido recibir buena parte. Ausente un año más, Víctor Hugo Morales se perdió la pedagogía de Ricardo Canaletti sobre la importancia de la libertad en el ejercicio de la profesión. El locutor se enfrentó semanas pasadas con el especialista en policiales acusándolo de “avivar falsas versiones” que involucraban al gobierno nacional con el caso Ángeles. Canaletti se despachó cuando los representantes del noticiero del canal de Constitución levantaban la estatuilla que ganaron por el envío, algo que también causó suspicacias por ser la primera vez en años en que el noticiero del canal anfitrión no se lleva ese galardón. El enojo se notó en el ceño fruncido de Rodolfo Barili y compañía. Como avalando que la política fuera parte del show, en primera fila aplaudían Horacio Rodríguez Larreta y esposa y las cámaras fueron generosas con el funcionario. Eso también avivó los rumores. “Telefé pidió que los premios se pospusieran un mes porque no conseguían antes el Colón, al final parece que fue todo hecho para cerrar la campaña”, se quejaban integrantes de APTRA. A nadie escapa que el teatro que ha sido alquilado para este tipo de eventos, esta vez fue cedido “desinteresadamente” y sin costo aparente. Nada es lo que parece. Cómo habrá sido la entrega que el propio chimentero Luis Ventura, integrante de APTRA, se retiró antes del cierre calificando el evento de “puro humo y show”. Algo más triviales fueron las quejas por la ausencia del tradicional catering. Visiblemente enojada, Juana Viale recorrió los pasillos del teatro hasta el baño, donde tomó agua de la canilla y el colmo fue el de Fátima Flores. La humorista de PPT sufrió una lipotimia y, antes de saberse ganadora, pidió a su asistente que le comprara una gaseosa en el quiosco de la cuadra. Triste. “Hay una grieta en todo. Así es como entra la luz...”, escribió para la posteridad el inoxidable Leonard Cohen. Fue mucho antes de que a Lanata se le ocurriera aplicar la metáfora desde el púlpito de los premios a la radio y televisión. En todo caso, estos Martín Fierro quedarán en la memoria como aquellos en los que los integrantes del Grupo Clarín se manifestaron por no ser quienes abrieron la hendidura. Revista Veintitrés
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