Huma, seis años, vive con su familia en Lugano. Hoy no puede comenzar su primer grado junto a quienes fueron sus compañeros de jardín. A Lucía, de cinco, le dieron la vacante y luego se la quitaron. En INFOnews, el relato de padres de alumnos que hoy en lugar de estar en las aulas, se tuvieron que quedar en sus casas.
Guardapolvo inmaculado y mochila nueva. El cuaderno blanco, sin manchas, ni borrones, ni garabatos. Las primeras charlas con los futuros amigos. Se presenta la maestra. El recreo, ese mundo de corridas y caramelos. Suena el timbre y la vuelta a casa es un camino lleno de aventuras para contar. Una típica postal del primer día de clases. Pero hoy, viernes 7 de marzo, son cientos los alumnos de las escuelas de la Ciudad que quedaron fuera de esa experiencia. Como Huma, 6 años, que vive junto a su familia en Lugano.
Huma hizo todo el jardín en la escuela 9 del barrio. Le queda a tres cuadras de su casa y su mamá, Débora, la llevó todo el jardín junto a su hermano Ian (11 años) que por entonces ya era alumno de la primaria. Huma llegó este mediodía a la puerta de la que debería ser su escuela y se cruzó con todos sus compañeros de jardín. Ellos sí tienen su primer día de clase. Pero no Huma, que por culpa de un desastroso sistema de inscripción tuvo que volver con su mamá a casa, una vez que Ian entró a la escuela.
“Vengo desde diciembre haciendo el pedido para que la inscriban. Primero on line, después llevé los papeles a la escuela”, contará Débora, a INFOnews, con un tono que mezcla desesperación, enojo y necesidad de respuestas.
Visitas al Ministerio de Educación, llamadas. Reclamos ante el delegado del distrito educativo. Más llamadas. Intercambio de correos, pedidos desesperados. Llamadas.Nada funcionó para que Huma pueda hacer la primaria en la escuela que corresponde al jardín del que fue alumna. Recién hoy Débora tuvo novedades: su hija de seis años quedó anotada en una escuela de Cavallito. “No puedo llevarla porque es en el mismo horario que tengo que llevar a Ian. Además esta escuela la tengo a tres cuadras de casa y es donde ella hizo el jardín”.
Frustración
Además de los chicos que se quedaron sin su primer día de clase, hay muchos otros que las comenzaron en un lugar, hasta hoy, impensado: la escuela privada. Hacia ella se vieron empujados los padres de alumnos de escuelas públicas que ante la falta de respuesta y de vacantes, no tuvieron otra opción.
Otros tantos llegaron hoy a las aulas, con el entusiasmo típico del primer día y debieron volver a casa: no estaban anotados en esa escuela. Y muchos otros, transcurrieron las primeras horas del ciclo lectivo en aulas improvisadas en lavaderos, salón de actos y pasillos, por sobrepoblación. Todas situaciones que reflejan el caos educativo que reina en la Ciudad. Y lo peor es la falta de respuestas. Ese flagelo preocupa a Norma, mamá de Lucía, desde diciembre del año pasado.
“Me dieron una vacante para mi hija -5 años- el 9 de diciembre, cuando la inscribí en el Lengüitas. Me la sacaron el 6 de enero. Presenté un recurso de amparo, la Justica falló a mi favor e intimó al gobierno de la Ciudad a que me de el lugar”, relató Norma en INFOnews. Pero llegó el viernes 7 de marzo y su hija, alumna de preescolar no tiene escuela asignada. Ella, en lugar de volver al trabajo después de las vacaciones, estaba este mediodía en la Defensoría de la Ciudad, reclamando por un lugar para que su nena pueda estudiar.
“Lucía tiene una angustia reprimida. Yo trato de protegerla porque no puedo cargarla con este asunto. Pero la semana que viene vuelvo al trabajo y tengo que resolver”, que va a pasar con su escolaridad, contará Norma.
Mariana Selis es una de las tantas madres que utilizan el grupo de Facebook “No a la inscripción on line escolar” para compartir información sobre vacantes y ayudar a padres en la misma situación que ella.
Esta mañana, Mariana, publicó: “Luego de iniciar el ciclo con el acto escolar, nos reúnen a todos los de 1º grado para informarnos que acababa de llegar un nuevo listado desde el Ministerio de Educación en el cual seguía habiendo modificaciones. Tristemente, hubo unos 5 chicos que fueron asignados en otra escuela, otros 7 que estaban `a confirmar´ y todos los que quedamos en el listado de ingreso directo, aún hoy tenemos que esperar porque TODAVIA LA VACANTE NO ES SEGURA”. Otro relato cargado de desesperación y angustia en lo que debería haber sido un día de fiesta para todos los alumnos de la escuela pública.
TIEMPO ARGENTINO