El hecho ocurrió el 6 de febrero en la frontera entre Marruecos y las ciudades de Ceuta y Melilla, en el norte de África. Fernández Díaz afirmó que el material utilizado para evitar la llegada de los inmigrantes a aguas españolas fue lanzado desde tierra y "el estrictamente imprescindible". Dijo que fue con fines "disuasorios" e impactó en aguas españolas, lejos de donde se encontraban los inmigrantes.
Luego de los disparos, trece de ellos murieron ahogados en medio de un intento masivo de entrar en España junto con otros 400 subsharianos. Mientras unos trataron de evitar a las fuerzas de seguridad marroquíes entrando a la carrera por la frontera, otros se arrojaron al mar.
Los sobrevivientes denunciaron que los agentes españoles dispararon pelotas de goma y utilizaron gases lacrimógenos contra ellos. Según algunas versiones, esto contribuyó al ahogamiento de las víctimas. Fernández Díaz negó que en este caso España hiciera una devolución ilegal y sin seguir los protocolos de algunos de los inmigrantes a Marruecos.
Las entradas masivas de inmigrantes en la frontera de Marruecos con las ciudades autónomas españolas de Ceuta y Melilla son frecuentes desde hace años. Decenas de personas esperan en torno a la frontera a la espera de una oportunidad para entrar en territorio español.
Página12