NOTICIAS RELACIONADAS
Nota de Tiempo Argentino
La última fue una semana agitada para el secretario de Derechos Humanos, Martín Fresneda, quien debió dejar de lado su bajo perfil y ubicarse delante de micrófonos y cámaras televisivas. El jueves, el funcionario, hijo de desaparecidos, fue la cara del Estado en la conferencia de prensa que brindaron las Abuelas de Plaza de Mayo para comunicar el hallazgo de la nieta 110. Fresneda también ganó protagonismo por el convenio que firmaron los gobiernos nacional y el porteño para trasladar la administración de cinco ex centros clandestinos de detención (CCD) que estaban bajo la órbita del Instituto Espacio para la Memoria (IEM) a la Secretaría que conduce. Se trata de los CCD Atlético, Olimpo, Virrey Cevallos, Automotores Orletti y diversas dependencias de la ex ESMA (Casino de Oficiales, Pabellón Central Cuatro Columnas, La imprenta, Enfermería, Pabellón COI y Taller Mecánico). Una iniciativa criticada por la oposición.
–¿Cómo vivió la restitución de Gutiérrez-Acuña, la nieta 110?
–A un gobierno nacional comprometido con los Derechos Humanos realmente nos consterna porque sentimos que con la recuperación de un nieto recuperamos un trocito de nuestra Patria. Recuperamos como pueblo y sociedad un trocito también de dignidad. Por sobre todas las cosas, recuperamos la vida y el amor de ese matrimonio (Oscar Gutiérrez y Liliana Acuña, desaparecidos en el '76) que en algún momento soñó con una Argentina distinta y compartir con su hija todos estos años. En cada nieto recuperado podemos encontrar el resultado de ese proyecto truncado. Esta Argentina volvió a la senda de la identidad y al camino de la verdad y la justicia, y eso es algo para celebrar. Estamos recuperando a quienes estaban desaparecidos de su verdad. Los abuelos de esta nieta, que lucharon tanto, tampoco están. El paso del tiempo también nos muestra el drama de las consecuencias del terrorismo de Estado.
–Cuando se encuentra un nieto, se piensa a la vez en los 400 nietos que resta hallar, ¿verdad?
–Uno siente la premura cuando vemos que ya no están los abuelos, por ejemplo. Yo sigo buscando a un hermano y mi abuela ya no está. Realmente uno vive la dimensión del tiempo muchas veces de forma angustiante. Ver que nos falta tanto nos compromete cada vez más. Nos motiva encontrar a cada uno de los nietos. Esta sociedad necesita desandar el camino de impunidad, de mentira, de silencio, para poder encontrar a todos nuestros hermanos. Los Derechos Humanos forman parte de la matriz política y filosófica de este gobierno y por eso profundizamos las políticas en ese sentido.
–¿Cuál fue el motivo de traspasar, en usufructo por 30 años, cinco ex centros clandestinos de la órbita de la Ciudad a la nacional?
–Fue para poner en funcionamiento la Ley de Sitios de Memoria, la 26.691, que obliga a los Estados a preservar, señalizar y difundir las políticas de Derechos Humanos en esos predios. Es para poder refuncionalizarlos en estructuras democráticas que sirvan como herramientas pedagógicas. Esa vocación llevó a que las autoridades de la Nación y de la Ciudad encuentren la posibilidad de conversar las mejores políticas para cumplir con este deber. Concluyeron que la Nación tiene mejores condiciones para llevar adelante esas políticas. Todos los sitios administrados por el IEM estaban en condiciones deficitarias en lo estructural, presupuestario y en la perspectiva de trabajo a futuro. El gobierno nacional dispondrá del presupuesto necesario para poner en valor esos edificios que hasta el día de la fecha, después de diez años bajo administración del IEM, no se han realizado. La matriz de este convenio es nacionalizar estos sitios y aplicar políticas de memoria con una inyección presupuestaria. Estos sitios deben funcionar abiertos a la sociedad y esto no sucedía en algunos casos. Las condiciones laborales de los 80 trabajadores que traspasados a la Nación también van a ser mejores.
–Se traspasa la administración.
–Sí. No se traspasa la propiedad, que sigue siendo de jurisdicción de la Ciudad, pero sí el derecho de uso y goce para desarrollar actividades por 30 años. En particular, en el predio de la ex ESMA sigue funcionando el ente Espacio para la Memoria.
–¿En el convenio se menciona la creación de un sitio de memoria en lo que fue el Casino de Oficiales de la ex ESMA?
–Sí, en la cláusula 6ª. Estará a cargo del gobierno nacional. La propuesta fue realizada ya a todos los organismos de Derechos Humanos, a sectores académicos y sobrevivientes en la Casa de Gobierno.
–¿De qué consta la propuesta?
–Pretende dialogar sobre la dinámica, la historia, sobre lo que sucedió en ese lugar y generar una reflexión. Fue generada por los organismos que forman parte del directorio del Ente Espacio para la Memoria. También estamos trabajando en el predio de la ex ESMA, que consta de 32 edificios, donde 11 se están poniendo en valor con un convenio firmado con las cooperativas Argentina Trabaja.
–¿El convenio debe ser ratificado por Congreso Nacional y la Legislatura porteña?
–El convenio tiene vigencia a partir de su firma porque lo suscribieron las más altas autoridades de ambos gobiernos. La ratificación por ley es un acto que tiene por objeto generar un mayor nivel de institucionalidad, pero eso no impide su vigencia, que es complementaria del anterior. La ratificación no es bajo condición de inaplicabilidad. El convenio ya está vigente, pero la implementación será paulatina.
–¿Cuándo se firmó?
–Fue protocolizado el 22 de enero de este año.
–Integrantes del Consejo Directivo del IEM y referentes opositores aseguran que se está disolviendo el instituto. ¿Qué dice al respecto?
–De ninguna manera. Al menos no se elimina con este convenio. Este es un convenio que sólo hace a algunos inmuebles y sus respectivos trabajadores. Pero hay aquellos que sostienen "cuanto peor, mejor". Esto es un avance en política de Derechos Humanos y para esos lugares. Que no se especule con estas cosas.
–Estamos a un mes y medio de un nuevo aniversario del golpe de Estado de 1976. ¿Cuál será la consigna en esta ocasión?
–Nosotros vamos a participar de la histórica marcha y también vamos a hacer un acto en el predio de la ex ESMA, a diez años de la entrega por parte del gobierno. Aquel día, (el ex presidente) Néstor Kirchner dio un discurso en el que por primera vez pidió perdón en nombre del Estado a todas las víctimas. Reinauguraremos espacios y presentaremos nuevas campañas para fomentar mayor nivel de participación en la memoria de nuestro pueblo. Acompañaremos a los organismos de Derechos Humanos porque, para nosotros, el 24 de Marzo es un día de reflexión y de reivindicación de la vida.
"No debe haber más 'Etchecolatz'"
El miércoles pasado, el siniestro ex comisario de la Bonaerense Miguel Etchecolatz, ladero de Ramón Camps durante el terrorismo de Estado, afirmó que en la dictadura le "ha tocado matar" y que "lo volvería a hacer". Lo hizo durante el juicio que afronta en La Plata por los crímenes de lesa humanidad de dos militantes.
–¿Qué le despertaron esas palabras? –le preguntó Tiempo Argentino a Martín Fresneda.
–Fue una mezcla de sentimientos. Sentí pena. Es alguien que estuvo tan asociado a la muerte que ni siquiera sabe cuántos mató. Uno piensa que esas personas a quienes mató pueden ser nuestros padres, aquellos que seguimos buscando. Su incomprensión del pasado lo lleva a decir que volvería a hacer lo mismo. A nosotros nos marca la necesidad de seguir trabajando. Nos ratifica estas políticas de justicia. Etchecolatz le ha hecho mucho daño a la sociedad. Esas expresiones deben ser repudiadas por el pueblo más allá de las sanciones de la justicia. Se deben generar todas las garantías institucionales para que no se repita y no haya más Etchecolatz en la Argentina.
La última fue una semana agitada para el secretario de Derechos Humanos, Martín Fresneda, quien debió dejar de lado su bajo perfil y ubicarse delante de micrófonos y cámaras televisivas. El jueves, el funcionario, hijo de desaparecidos, fue la cara del Estado en la conferencia de prensa que brindaron las Abuelas de Plaza de Mayo para comunicar el hallazgo de la nieta 110. Fresneda también ganó protagonismo por el convenio que firmaron los gobiernos nacional y el porteño para trasladar la administración de cinco ex centros clandestinos de detención (CCD) que estaban bajo la órbita del Instituto Espacio para la Memoria (IEM) a la Secretaría que conduce. Se trata de los CCD Atlético, Olimpo, Virrey Cevallos, Automotores Orletti y diversas dependencias de la ex ESMA (Casino de Oficiales, Pabellón Central Cuatro Columnas, La imprenta, Enfermería, Pabellón COI y Taller Mecánico). Una iniciativa criticada por la oposición.
–¿Cómo vivió la restitución de Gutiérrez-Acuña, la nieta 110?
–A un gobierno nacional comprometido con los Derechos Humanos realmente nos consterna porque sentimos que con la recuperación de un nieto recuperamos un trocito de nuestra Patria. Recuperamos como pueblo y sociedad un trocito también de dignidad. Por sobre todas las cosas, recuperamos la vida y el amor de ese matrimonio (Oscar Gutiérrez y Liliana Acuña, desaparecidos en el '76) que en algún momento soñó con una Argentina distinta y compartir con su hija todos estos años. En cada nieto recuperado podemos encontrar el resultado de ese proyecto truncado. Esta Argentina volvió a la senda de la identidad y al camino de la verdad y la justicia, y eso es algo para celebrar. Estamos recuperando a quienes estaban desaparecidos de su verdad. Los abuelos de esta nieta, que lucharon tanto, tampoco están. El paso del tiempo también nos muestra el drama de las consecuencias del terrorismo de Estado.
–Cuando se encuentra un nieto, se piensa a la vez en los 400 nietos que resta hallar, ¿verdad?
–Uno siente la premura cuando vemos que ya no están los abuelos, por ejemplo. Yo sigo buscando a un hermano y mi abuela ya no está. Realmente uno vive la dimensión del tiempo muchas veces de forma angustiante. Ver que nos falta tanto nos compromete cada vez más. Nos motiva encontrar a cada uno de los nietos. Esta sociedad necesita desandar el camino de impunidad, de mentira, de silencio, para poder encontrar a todos nuestros hermanos. Los Derechos Humanos forman parte de la matriz política y filosófica de este gobierno y por eso profundizamos las políticas en ese sentido.
–¿Cuál fue el motivo de traspasar, en usufructo por 30 años, cinco ex centros clandestinos de la órbita de la Ciudad a la nacional?
–Fue para poner en funcionamiento la Ley de Sitios de Memoria, la 26.691, que obliga a los Estados a preservar, señalizar y difundir las políticas de Derechos Humanos en esos predios. Es para poder refuncionalizarlos en estructuras democráticas que sirvan como herramientas pedagógicas. Esa vocación llevó a que las autoridades de la Nación y de la Ciudad encuentren la posibilidad de conversar las mejores políticas para cumplir con este deber. Concluyeron que la Nación tiene mejores condiciones para llevar adelante esas políticas. Todos los sitios administrados por el IEM estaban en condiciones deficitarias en lo estructural, presupuestario y en la perspectiva de trabajo a futuro. El gobierno nacional dispondrá del presupuesto necesario para poner en valor esos edificios que hasta el día de la fecha, después de diez años bajo administración del IEM, no se han realizado. La matriz de este convenio es nacionalizar estos sitios y aplicar políticas de memoria con una inyección presupuestaria. Estos sitios deben funcionar abiertos a la sociedad y esto no sucedía en algunos casos. Las condiciones laborales de los 80 trabajadores que traspasados a la Nación también van a ser mejores.
–Se traspasa la administración.
–Sí. No se traspasa la propiedad, que sigue siendo de jurisdicción de la Ciudad, pero sí el derecho de uso y goce para desarrollar actividades por 30 años. En particular, en el predio de la ex ESMA sigue funcionando el ente Espacio para la Memoria.
–¿En el convenio se menciona la creación de un sitio de memoria en lo que fue el Casino de Oficiales de la ex ESMA?
–Sí, en la cláusula 6ª. Estará a cargo del gobierno nacional. La propuesta fue realizada ya a todos los organismos de Derechos Humanos, a sectores académicos y sobrevivientes en la Casa de Gobierno.
–¿De qué consta la propuesta?
–Pretende dialogar sobre la dinámica, la historia, sobre lo que sucedió en ese lugar y generar una reflexión. Fue generada por los organismos que forman parte del directorio del Ente Espacio para la Memoria. También estamos trabajando en el predio de la ex ESMA, que consta de 32 edificios, donde 11 se están poniendo en valor con un convenio firmado con las cooperativas Argentina Trabaja.
–¿El convenio debe ser ratificado por Congreso Nacional y la Legislatura porteña?
–El convenio tiene vigencia a partir de su firma porque lo suscribieron las más altas autoridades de ambos gobiernos. La ratificación por ley es un acto que tiene por objeto generar un mayor nivel de institucionalidad, pero eso no impide su vigencia, que es complementaria del anterior. La ratificación no es bajo condición de inaplicabilidad. El convenio ya está vigente, pero la implementación será paulatina.
–¿Cuándo se firmó?
–Fue protocolizado el 22 de enero de este año.
–Integrantes del Consejo Directivo del IEM y referentes opositores aseguran que se está disolviendo el instituto. ¿Qué dice al respecto?
–De ninguna manera. Al menos no se elimina con este convenio. Este es un convenio que sólo hace a algunos inmuebles y sus respectivos trabajadores. Pero hay aquellos que sostienen "cuanto peor, mejor". Esto es un avance en política de Derechos Humanos y para esos lugares. Que no se especule con estas cosas.
–Estamos a un mes y medio de un nuevo aniversario del golpe de Estado de 1976. ¿Cuál será la consigna en esta ocasión?
–Nosotros vamos a participar de la histórica marcha y también vamos a hacer un acto en el predio de la ex ESMA, a diez años de la entrega por parte del gobierno. Aquel día, (el ex presidente) Néstor Kirchner dio un discurso en el que por primera vez pidió perdón en nombre del Estado a todas las víctimas. Reinauguraremos espacios y presentaremos nuevas campañas para fomentar mayor nivel de participación en la memoria de nuestro pueblo. Acompañaremos a los organismos de Derechos Humanos porque, para nosotros, el 24 de Marzo es un día de reflexión y de reivindicación de la vida.
"No debe haber más 'Etchecolatz'"
El miércoles pasado, el siniestro ex comisario de la Bonaerense Miguel Etchecolatz, ladero de Ramón Camps durante el terrorismo de Estado, afirmó que en la dictadura le "ha tocado matar" y que "lo volvería a hacer". Lo hizo durante el juicio que afronta en La Plata por los crímenes de lesa humanidad de dos militantes.
–¿Qué le despertaron esas palabras? –le preguntó Tiempo Argentino a Martín Fresneda.
–Fue una mezcla de sentimientos. Sentí pena. Es alguien que estuvo tan asociado a la muerte que ni siquiera sabe cuántos mató. Uno piensa que esas personas a quienes mató pueden ser nuestros padres, aquellos que seguimos buscando. Su incomprensión del pasado lo lleva a decir que volvería a hacer lo mismo. A nosotros nos marca la necesidad de seguir trabajando. Nos ratifica estas políticas de justicia. Etchecolatz le ha hecho mucho daño a la sociedad. Esas expresiones deben ser repudiadas por el pueblo más allá de las sanciones de la justicia. Se deben generar todas las garantías institucionales para que no se repita y no haya más Etchecolatz en la Argentina.