Cuando los efectos de los amotinamientos de las policías provinciales comenzaban a canalizarse por distintas vías, sin excluir la judicial, abriéndose un debate pendiente sobre el qué hacer con la institución policial a treinta años de la vuelta del estado de derecho, una mala nueva se instaló en cotidianeidad de los habitantes del área Metropolitana de la Ciudad de Buenos Aires, a lo largo del amplio territorio del conurbano bonaerense. Los cortes de energía eléctrica en las jornadas del mayor pico de calor, transformaron el humor de los afectados. Las razones fueron diversas según los responsables de garantizar el fluido eléctrico al conjunto de la ciudadanía. Las empresas eléctricas Edesur y Edenor, en una actitud irresponsable brindando información a cuenta gotas, dejaron al descubierto la ineficiente inversión, la escasez de personal y la terciarización de las tareas de mantenimiento y reparación de servicios haciendo oídos sordos a los crecientes reclamos de los afectados.
Con posterioridad, ante la bronca de los vecinos y en articulación con la prensa opositora, voceros de la empresa Edesur cuestionaron públicamente el congelamiento tarifario y lo vincularon con los cortes acontecidos en los últimos días. Afirmaron que "las tarifas de capital y Gran Buenos Aires son las más bajas de Latinoamérica, y ante ese escenario es difícil poder prestar un servicio de calidad". A esta aseveración empresarial, el gobierno contestó: "El planteo empresario es inadmisible y extorsivo". A confesión de parte relevo de pruebas. "Si no pueden prestar el servicio, el camino es el que indicó el jefe de Gabinete de Ministros", concluyó en su mensaje el ministro de Planificación, Julio De Vido. "En vez de realizar declaraciones altisonantes, lo que debe hacer la compañía es mejorar el servicio y los costos", y cumplir con la letra del contrato donde se compromete a cumplir con la distribución domiciliaria del fluido eléctrico.
Ante los cortes ocurridos, el jefe de Gabinete afirmó que las empresas Edesur y Edenor tendrán que indemnizar por las pérdidas ocasionadas a los usuarios afectados y, de proseguir los cortes, el Estado tomará medidas en relación a las concesiones de dichas compañías eléctricas. En esta oportunidad, de la misma forma que en los casos de la estatizaciones de Aerolíneas Argentinas, o Repsol–YPF, ante la ineficiencia de los privados, el gobierno cumple con el inalienable derecho del Estado de garantizar el servicio público en favor del bien común de la ciudadanía, en otra clara muestra de la ineficiencia privatista heredada de la fiesta neoliberal.
"Si no pueden prestar el servicio, el camino es el que indicó el jefe de Gabinete de Ministros", concluyó en su mensaje el ministro de Planificación, Julio De Vido.
Otra de las preocupaciones que modifican el humor del común de la ciudadanía, ha sido el persistente goteo del incremento de precios de productos esenciales de la canasta alimentaria de los sectores populares desde los cambios en Economía en las últimas semanas, con el relevo del secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, y la conformación del equipo del nuevo ministro Axel Kicillof. Según un informe realizado por los equipos técnicos, como resultado de una investigación de reciente concreción del área económica, los principales formadores de precios –en extremo concentrados– aprovechándose de las circunstancias, en vísperas a las fiestas de fin de año, incrementaron los mismos y, en muchos casos, lanzaron productos en esencia similares con diferente packaging, con un elemento supuestamente de refuerzo que les pemitía encontrar una grieta para evadir el acuerdo de precios de la última etapa de Moreno.
Esta estrategia realizada por las grandes cadenas de alimentación y los proveedores de mayor incidencia en el mercado de los productos de primera necesidad de consumo masivo, muestra no sólo la naturaleza ética de las grandes corporaciones sino la complejidad de la ardua tarea del control de precios por parte de los gobiernos en el mundo contemporáneo. Ante este diagnóstico de situación, el nuevo equipo económico buscó de ahora en más cambiar las reglas de juego resignando medidas punitivas en la coyuntura apostando al dispositivo consensuado del seguimiento exhaustivo de cada eslabón de la cadena de valor de cada producto. Esto permitirá, con el acuerdo de precios firmado en la última semana entre el gobierno y los principales referentes del supermercadismo y la industria alimentaria, sobre 175 productos de consumo masivo que regirá a partir del 1 de enero del 2014 hasta de 31 de diciembre del mismo año, homogeneizar los precios en todo el territorio nacional y, a partir de ahora , implementar el pedido de incremento de precios de los empresarios, previo a un estudio particularizado del mismo a través de los eslabones de valor de la cadena de producción, distribución y consumo. La nueva estrategia tratará de retomar la iniciativa gubernamental sobre el desmadre de precios de las últimas semanas con control fiscal a través de la AFIP y popular por medio de asociaciones de consumidores , vecinos y entidades como Mirar para cuidar.
Para que esta nueva iniciativa tenga éxito "deberá conjugarse el trabajo conjunto del Estado y los privados para dar sustentabilidad al acuerdo y previsibilidad de los precios de la canasta de consumo". Sólo restableciendo esa previsibilidad que incremente las inversiones, y que permita continuar con el crecimiento con inclusión, se podrá seguir avanzando en una sociedad más equitativa a pesar de los agoreros de distinto signo, que apuestan al fin de ciclo.
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Con posterioridad, ante la bronca de los vecinos y en articulación con la prensa opositora, voceros de la empresa Edesur cuestionaron públicamente el congelamiento tarifario y lo vincularon con los cortes acontecidos en los últimos días. Afirmaron que "las tarifas de capital y Gran Buenos Aires son las más bajas de Latinoamérica, y ante ese escenario es difícil poder prestar un servicio de calidad". A esta aseveración empresarial, el gobierno contestó: "El planteo empresario es inadmisible y extorsivo". A confesión de parte relevo de pruebas. "Si no pueden prestar el servicio, el camino es el que indicó el jefe de Gabinete de Ministros", concluyó en su mensaje el ministro de Planificación, Julio De Vido. "En vez de realizar declaraciones altisonantes, lo que debe hacer la compañía es mejorar el servicio y los costos", y cumplir con la letra del contrato donde se compromete a cumplir con la distribución domiciliaria del fluido eléctrico.
Ante los cortes ocurridos, el jefe de Gabinete afirmó que las empresas Edesur y Edenor tendrán que indemnizar por las pérdidas ocasionadas a los usuarios afectados y, de proseguir los cortes, el Estado tomará medidas en relación a las concesiones de dichas compañías eléctricas. En esta oportunidad, de la misma forma que en los casos de la estatizaciones de Aerolíneas Argentinas, o Repsol–YPF, ante la ineficiencia de los privados, el gobierno cumple con el inalienable derecho del Estado de garantizar el servicio público en favor del bien común de la ciudadanía, en otra clara muestra de la ineficiencia privatista heredada de la fiesta neoliberal.
"Si no pueden prestar el servicio, el camino es el que indicó el jefe de Gabinete de Ministros", concluyó en su mensaje el ministro de Planificación, Julio De Vido.
Otra de las preocupaciones que modifican el humor del común de la ciudadanía, ha sido el persistente goteo del incremento de precios de productos esenciales de la canasta alimentaria de los sectores populares desde los cambios en Economía en las últimas semanas, con el relevo del secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, y la conformación del equipo del nuevo ministro Axel Kicillof. Según un informe realizado por los equipos técnicos, como resultado de una investigación de reciente concreción del área económica, los principales formadores de precios –en extremo concentrados– aprovechándose de las circunstancias, en vísperas a las fiestas de fin de año, incrementaron los mismos y, en muchos casos, lanzaron productos en esencia similares con diferente packaging, con un elemento supuestamente de refuerzo que les pemitía encontrar una grieta para evadir el acuerdo de precios de la última etapa de Moreno.
Esta estrategia realizada por las grandes cadenas de alimentación y los proveedores de mayor incidencia en el mercado de los productos de primera necesidad de consumo masivo, muestra no sólo la naturaleza ética de las grandes corporaciones sino la complejidad de la ardua tarea del control de precios por parte de los gobiernos en el mundo contemporáneo. Ante este diagnóstico de situación, el nuevo equipo económico buscó de ahora en más cambiar las reglas de juego resignando medidas punitivas en la coyuntura apostando al dispositivo consensuado del seguimiento exhaustivo de cada eslabón de la cadena de valor de cada producto. Esto permitirá, con el acuerdo de precios firmado en la última semana entre el gobierno y los principales referentes del supermercadismo y la industria alimentaria, sobre 175 productos de consumo masivo que regirá a partir del 1 de enero del 2014 hasta de 31 de diciembre del mismo año, homogeneizar los precios en todo el territorio nacional y, a partir de ahora , implementar el pedido de incremento de precios de los empresarios, previo a un estudio particularizado del mismo a través de los eslabones de valor de la cadena de producción, distribución y consumo. La nueva estrategia tratará de retomar la iniciativa gubernamental sobre el desmadre de precios de las últimas semanas con control fiscal a través de la AFIP y popular por medio de asociaciones de consumidores , vecinos y entidades como Mirar para cuidar.
Para que esta nueva iniciativa tenga éxito "deberá conjugarse el trabajo conjunto del Estado y los privados para dar sustentabilidad al acuerdo y previsibilidad de los precios de la canasta de consumo". Sólo restableciendo esa previsibilidad que incremente las inversiones, y que permita continuar con el crecimiento con inclusión, se podrá seguir avanzando en una sociedad más equitativa a pesar de los agoreros de distinto signo, que apuestan al fin de ciclo.
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