El talentoso actor protagoniza con Ariadna Gil el film Sola contigo, dirigida por Alberto Lecchi, que se estrenó la semana pasada. Mercedes Méndez Una agenda imposible. El actor Leonardo Sbaraglia está filmando su última película Aire libre y vive con los horarios cambiados, con escenas que transcurren, en su mayoría, a la noche. Además, está por viajar al Festival de Cine de Mar del Plata y tiene varias entrevistas para difundir Sola contigo, el film de Alberto Lecchi que se estrenó la semana pasada y en la que actúa junto con la española Ariadna Gil. Acostumbrado a esa vida, el actor se hace un tiempo para recordar una historia que filmó el año pasado, en la que interpreta a un misterioso policía que investiga a una mujer. Sola contigo es una historia contemporánea que deja entrever la locura de una época donde el ritmo vertiginoso de la vida, el "exitismo" y la necesidad de un aparente triunfo profesional y económico pueden provocar una pérdida de rumbo. La trama gira en torno de la vida de María Teresa (Gil), una mujer de 45 años que perdió la tenencia de sus hijas por su adicción al alcohol y a quien, casi sin explicación, la empieza a amenazar un asesino a sueldo. El estreno de esta película se suma al de otros que comparten un género similar: el policial y el thriller psicológico, como Un paraíso para los malditos y Omisión, dos films argentinos que también se estrenaron este mes. Sola contigo, que transcurre en una Buenos Aires oscura y peligrosa, participó en los festivales internacionales de cine de Málaga y de Montreal y estará en Viña del Mar y en el Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana. Frente a este panorama, Sbaraglia no considera que haya un predominio de este tipo de películas. "Son épocas, en Argentina lo que predomina es un cine de autor. Lo mismo pasa con la venta de entradas. Hay películas nacionales muy exitosas y otras que no tienen la misma suerte. Y no pasa por la calidad; en la mayoría de los casos es un problema de difusión y promoción. Este año se estrenaron muy buenas películas con buenos aparatos publicitarios detrás. La promoción es importantísima. Se hacen muy buenas películas que no llegan a tener una buena cantidad de espectadores, porque todavía la gente no se enteró de que existen. Hay que encontrar la forma de que las personas puedan enterarse de que hay otro cine, para que no terminemos consumiendo siempre lo mismo. Lo ideal sería alcanzar un equilibrio. Que puedan convivir todas las producciones en pantalla", sostiene. Mientras cada película hace su recorrido, Sbaraglia se sigue sumando a nuevos proyectos, casi sin descanso. Su trabajo le exige un cambio de roles permanente: "Hay que tener un compromiso personal con el proyecto. No es sólo poner la cara y actuar; hay que establecer una relación con tus compañeros de trabajo, un vínculo real. A mí me ayuda mucho conocer las historias de los grandes maestros y directores. Saber que incluso las personas más talentosas tuvieron muchas dificultades para trabajar, y que cada vez que arrancan un nuevo proyecto sienten que es una montaña muy grande la que tienen que subir."«
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