Una investigación de la Corte Suprema de Justicia detalló que el número de asesinatos es mayor en los barrios pobres y que son investigados en menor proporción. "Hay víctimas de primera y segunda categoría", dijo Zaffaroni. 1 2 3 4 5Info NewsInfo NewsInfo News Por: Néstor Espósito Los homicidios dolosos en Capital Federal, el Conurbano Bonaerense y la ciudad de La Plata y alrededores sumaron en 2012 un total de 986 sobre una población de más de 14 millones de habitantes. El guarismo es similar al que muestran países como Chile o Uruguay, y es considerado estadísticamente bajo. En el área metropolitana, el número de homicidios decreció no sólo en relación con 2011 sino, incluso, con 2010. Paradójicamente, los asesinatos son mayores en número en los barrios pobres, pero al mismo tiempo se investigan (y esclarecen) en menor proporción. "Parecería ser que hay víctimas de primera y de segunda categoría", reflexionó, sin eufemismos, el juez de la Corte Suprema Raúl Zaffaroni. Fue ayer, en el cuarto piso del Palacio de Tribunales, donde, acompañado por el ministro de Seguridad, Arturo Puricelli; su colega Juan Carlos Maqueda y buena parte de lo más representativo del derecho penal, presentó por tercer año consecutivo, el informe (en esta oportunidad ampliado a la Capital Federal, el Conurbano Bonaerense y La Plata) sobre los homicidios cometidos el año pasado. El trabajo completo, publicado en la página de internet del máximo tribunal (http://www.csjn.gov.ar/investigaciones/), consolida la asociación de postergación y delito pero también derriba mitos y discriminadoras creencias populares. Del estudio se desprende que en todos los distritos analizados hay "zonas de concentración" de los homicidios dolosos, mensurados en lo que se denomina “mapa de calor”, que no es otra cosa que cartografía en la que un color rojo de mayor o menor intensidad marca la cantidad de asesinatos cometidos. Los lugares sindicados con un colorado más intenso coinciden con lugares donde predominan las "viviendas precarias". Zaffaroni aclaró: "Si prescindimos de la zona de concentración, el índice es un poquito más que lo que es el índice europeo y canadiense". Según el informe, la medialuna sur de la Capital Federal es la zona en la que se comete la mayor cantidad de homicidios, 10,06 por cada 100 mil habitantes. Se trata de una zona en la que proliferan lo que el Instituto de Investigaciones Penales de la Corte Suprema denomina "viviendas precarias". La geografía determina que se trata de los barrios de Retiro, Barracas, Flores Sur y Villa Lugano, donde se emplazan las villas de emergencia conocidas como Zavaleta, 31 bis y 1.11.14. En el resto del distrito porteño la tasa de homicidios registrados en 2012 fue sensiblemente menor y promedió el 3,05 por cada 100 mil habitantes, un guarismo cercano a los mejores estándares internacionales, que se registran en Europa y Canadá. En rigor, en la ciudad de Buenos Aires la tasa de homicidios es del 5,46 por cada 100 mil habitantes. Zaffaroni sueña con que los guarismos continúen decreciendo: "Hay un derecho que no puede cancelar ni la más cruel de las dictaduras y es el derecho a soñar... evitar una muerte violenta es evitar un infinito". El trabajo, realizado por un grupo de investigadores que dependen de la Corte pero reportan y comulgan directamente con Zaffaroni (Rodrigo Codino, Mariana Caraballo, Gabriela Gusis, Matías Bailone, María Silvia Galíndez, Francisco Sánchez de Loria, Yanina Tamburelli, Antonella Calcagno Ortiz, Claudia Martí, Nicolás Meroño y Víctor Hugo Accardi) se erige en un formidable elemento para diseñar políticas preventivas. Si bien es sólo un muestreo cuantitativo, permite establecer que el 56 % de los asesinatos es cometido con armas de fuego, y el 28 % con armas blancas. El 62 % ocurre en la vía pública, de noche o madrugada, y especialmente los fines de semana. Sólo el 15 % son homicidios motivados o en ocasión de robo. Abundan los casos de riñas y la participación de menores de edad es baja: uno por ciento en Capital y dos por ciento en Gran Buenos Aires para niños de menos de 16 años; 5 % promedio en la franja que va de los 16 a los 18. ¿Quienes cometen esos delitos? El estudio muestra que sólo el 17 % son extranjeros. El dato, elocuente de por sí, fue complementado por Zaffaroni al describir a las "comunidades estigmatizadas", entre las que destacó a la de ciudadanos bolivianos. "No hay ni un solo homicida boliviano en todo 2012, aunque sí algunas víctimas de esa nacionalidad". Tampoco es cierta la idea subyacente en un amplio sector de la sociedad que indica que "los delincuentes salen de las villas a matar en otros centros urbanos". El informe muestra que el 31 % de los victimarios viven en las villas, y el mismo porcentaje, el 31 % de las víctimas, también. "Los homicidios se producen entre los propios habitantes" de esos barrios precarios, explicó el juez de la Corte. "Se matan entre ellos", graficó, desdeñando otra vez las medias palabras. En la periferia metropolitana de la provincia de Buenos Aires la tasa de homicidios es del 7,66 cada 100 mil habitantes, superior al índice de la Capital Federal. El año pasado se registraron 166 homicidios en el departamento judicial de La Matanza, 176 en Lomas de Zamora, 51 en Moreno, 65 en Morón, 123 en Quilmes, 63 en San Isidro, 144 en San Martín y 48 en La Plata. El índice oscila entre el 4,13 y el 9,44 cada 100 mil habitantes, y respeta la tendencia que asocia viviendas precarias con mayor número de casos. El guarismo es alto en comparación con el distrito porteño, pero igualmente sigue estando lejos de los indicadores de países de la región como Brasil y México (cuyas mediciones fueron puestas en duda por el propio Zaffaroni) que superan el 20 por cada 100 mil habitantes. Los informes detallados sobre lo que ocurre en el conurbano serán presentados por Zaffaroni el próximo 3 de diciembre en la sala Astor Piazzolla del Teatro Argentino de La Plata. «
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