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Standard & Poor’s bajó la nota de deuda y apuesta al default del país La decisión de la calificadora de riesgo llevó a los bonos argentinos a casi basura por la presión de los holdouts.

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A dos días del pago del Bonar VII y en medio de la discusión en el Congreso para reabrir el canje de deuda, la agencia de calificación Standard & Poor’s rebajó la nota de la Argentina hasta CCC+ desde B-, con perspectiva negativa. El motivo, según afirma S&P en su informe, es el aumento de los riesgos para el pago de la deuda local debido al juicio que mantienen los fondos buitre contra la Argentina. La calificadora además advirtió que si el país finalmente decide cambiar la jurisdicción de pago de los bonos bajo legislación Nueva York para evitar un posible embargo de la Justicia neoyorquina, eso podría conducir a un nuevo recorte de la nota. “Una propuesta de medidas alternativas de pago que, en nuestra opinión, alteraría materialmente los términos de los contratos de emisión de bonos, en detrimento de los acreedores, podría provocar otra rebaja de la calificación”, indicó S&P. Entre sus argumentos, la agencia destaca que el juicio que llevan a cabo los acreedores que no ingresaron a los canjes de 2005 y 2010 –que ya tuvo un fallo en contra de nuestro país– “podría resultar en la interrupción de los pagos de los bonos actualmente bajo jurisdicción de Nueva York o conducir a la Argentina a llevar a cabo un canje de deuda que podría considerarse como forzoso” y ambos desenlaces llevarían a S&P a recortar la calificación del país a “default selectivo” (SD). Según explicaron desde la agencia a este diario, los analistas consideran que existe por lo menos una chance en tres de que el fallo de la Justicia neoyorquina resulte desfavorable para la Argentina. Además, aclararon que esta rebaja de nota es totalmente ajena a la reapertura del canje de deuda que está impulsando el Gobierno en el Congreso, ya que se basa simplemente en el riesgo de que si la Corte Suprema de Estados Unidos no toma el caso o ratifica la sentencia del juez Thomas Griesa, eso afectaría los futuros servicios de los títulos públicos bajo ley neoyorquina performing, ya que conduciría al embargo de los fondos nacionales en el Bank of New York, que son utilizados para cumplir con los pagos de estos bonos. De hecho, indicaron, la reapertura del canje de 2010 es un evento que “tiende a fortalecer la postura de Argentina en el juicio de Nueva York de que está dispuesta a pagar a todos por igual”. El punto controversial sería si finalmente el Gobierno decide cambiar la jurisdicción de los títulos bajo ley Nueva York, tal como anunció la presidenta Cristina Kirchner hace dos semanas, aunque ese punto no fue incluido en el proyecto de ley enviado al Congreso. En el informe, S&P afirma a su vez que considera que la “Argentina tratará de mantenerse al día con su deuda, mientras que el proceso judicial se desarrolla, a pesar de una disminución del nivel de reservas internacionales, el acceso limitado a la financiación y los crecientes desbalances macroeconómicos, en particular la alta inflación y un sistema cambiario dual”. Prevén fin de la euforia pero no pánico La rebaja de la nota argentina por parte de Standard and Poor´s cayó como un balde de agua fría en medio de la fiesta del mercado local y, según coinciden los analistas de la city porteña, pondría fin a la euforia que se respira desde hace semanas en la plaza bursátil. “Esto le puede pegar principalmente a los bonos y también, en menor medida, a las acciones de los bancos”, señaló Rubén Pasquali, analista de Mayoral. “Si bien se cree que esta rebaja estaba en parte descontada tras el rechazo a la apelación de Argentina en el juicio con los holdouts, una cosa es esperar la mala noticia y otra es que efectivamente se produzca”, agregó. Hoy podrá verse entonces cuán preparados estaban los inversores para recibir las malas nuevas por parte de S&P en un momento en el que las acciones no paran de marcar récord y los títulos públicos se mantienen firmes, algo que podría en algún punto -indican los analistas- morigerar las bajas. “Obviamente este recorte positivo no es, pero el mercado local se está moviendo en estos últimos días por otras variables, independientes de las calificaciones de deuda”, indicó el economista Luis Palma Cané. El país queda con la calificación más baja entre los países de la región y junto a Jamaica, Chipre y Egipto Con la baja que definió ayer la agencia Standard & Poor’s para la calificación soberana de la Argentina, el país tiene ahora la nota más baja entre las naciones de la región. Lejos del deslumbrante BBB+ de Perú, que recibió una suba en agosto y ya está en niveles investment grade, o del BBB del vecino Brasil, tampoco está ahora en la franja del BBB- en la que se encuentra Uruguay. “Es un escalón. Cuando te cambian a B- estás entre los emisores que tienen calidad de crédito bastante débil, pero cuando pasás a grupo C, en vez de débil es extremadamente débil”, apuntó Luis Palma Cané, analista de mercados internacionales, quien destacó que de 126 países calificados, sólo cuatro tienen CCC+. Así, este grupo, que se ubica al borde del default selectivo, incluye a Jamaica, Chipre, Egipto y ahora a la Argentina. Están por debajo de países como Zambia o Sri Lanka, que tienen nota B+. Grecia, en tanto, tiene nota B-. “Nos siguen pegando de todos lados. Creo que en los últimos días ha habido señales claras de que estamos ante escenario adverso. El mes pasado la Corte ratificó fallo de Griesa, la semana pasada se autorizó la búsqueda de bienes embargables y el viernes ratificó demanda de Repsol a favor accionistas que no fueron recompensados en la negociación con YPF”, comentó el economista.

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