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DICTAMEN DEL INADI POR LOS DICHOS DE UN CURA CERCANO AL ARZOBISPO AGUER

Next: UN EX CURA GAY ENVIO UNA CARTA AL PAPA POR SUS DICHOS SOBRE LOS HOMOSEXUALES “Queda mucho camino por recorrer” Andrés Gioeni dejó los hábitos después de asumir su orientación sexual. En una misiva a Francisco le pidió que se adecue “a los nuevos paradigmas del mundo contemporáneo”. Las otras repercusiones tras las declaraciones del pontífice en el viaje después de Brasil. Tras las declaraciones del papa Francisco en las que hizo mención a los homosexuales, distintos miembros de organizaciones de la diversidad sexual continuaron ayer pronunciándose sobre esos dichos. Martín Canevaro, presidente de 100% Diversidad y Derechos, consideró que todavía hace falta “una condena explícita” por parte de la Iglesia en contra de la violencia y la discriminación que sufre la comunidad homosexual. A su vez, Pedro Robledo, el joven militante del PRO que fue agredido por su condición sexual y que es, además, integrante de la Federación Argentina de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Trans (Falgbt), escribió una carta pública en la que indicó que los dichos del Papa son el indicio de que “comienza un nuevo mundo”. Andrés Gioeni, un ex sacerdote gay mendocino, le envió una carta al jefe del Estado vaticano en el que lo instó a adecuarse “a los nuevos paradigmas del mundo contemporáneo”. Durante una rueda de prensa a bordo del avión de regreso a Roma desde Río de Janeiro, el Papa aseguró el lunes que no juzga a los homosexuales. “Si una persona es gay, busca al Señor y tiene buena voluntad, ¿quién soy yo para juzgarla? El catecismo de la Iglesia Católica explica y dice que no se debe marginar a esas personas y que deben ser integradas en la sociedad”, dijo Francisco. Gioeni, un sacerdote mendocino que dejó los hábitos luego de revelar públicamente su orientación sexual y comenzó a dedicarse al modelaje, la actuación y la escritura, celebró “el aire fresco” que ha significado la llegada de Francisco al Vaticano, pero advirtió “que queda mucho camino por recorrer”. En la carta que le escribió al nuevo pontífice, el ex sacerdote gay lo instó a adecuarse “a los nuevos paradigmas del mundo contemporáneo”. “Alguna vez fui sacerdote católico, pastor, compartí ese ímpetu misionero y esa necesidad de reclamo de apertura eclesial. Hasta que decidí abrirme a un costado cuando descubrí mi propia tendencia homosexual y admitir mi imposibilidad de ejercer el ministerio pastoral en celibato”, indicó Gioeni en la misiva, publicada en su cuenta de la red social Facebook. “Me atrevo a hacerme portavoz de una gran porción de personas que pertenecemos a la comunidad homosexual. Y simplemente, con humildad, pedirle encarecidamente que incentive, estimule, promueva y acompañe una mayor profundización en la teología moral sexual acerca del lugar y la experiencia de la persona homosexual”, solicitó el ex cura, quien explicó que se siente “feliz y realizado” tras llevar diez años viviendo con una pareja del mismo sexo. Gioeni dejó en claro que no pretende que el nuevo pontífice renuncie a la doctrina eclesiástica sino que “la ayude a seguir creciendo y adecuándose a los nuevos paradigmas del mundo contemporáneo que nos desafían a encontrar nuevas respuestas”. “¿De verdad el amor de dos personas, siendo del mismo sexo, no demuestra ni refleja nada del amor de Dios?”, cuestionó el ex cura, quien preguntó también si “la Iglesia con sus silencios va a permitir que se sigan estigmatizando a tantos jóvenes en tantos países donde se siguen asesinando solamente por su tendencia”. Gioeni se despidió pidiendo a Francisco que ayude a la comunidad homosexual a descubrir por dónde puede “transitar la fe” sin renunciar a su “experiencia de amor”. Canevaro, por su parte, consideró que “no esperamos que el Papa haga una defensa de nuestros derechos como comunidad de lesbianas, gays, bisexuales y trans; pero sí esperamos que se exprese de manera categórica en contra de la violencia, la discriminación e incluso la pena de muerte que sufrimos como comunidad. Una condena explícita sí sería un paso más”. El presidente de 100% Diversidad y Derechos estimó que los dichos del pontífice “significan un cambio con respecto a la diatriba a que nos tenía acostumbrados Ratzinger (Benedicto XVI)”, aunque aclaró que “hay que poner las declaraciones en su debido contexto”. Para Canevaro, las palabras del Papa se enmarcan en una “crisis de legitimidad de la Iglesia Católica que pierde sistemáticamente fieles, y una crisis también al interior de la institución, que se refleja en el Banco vaticano y en los miembros expulsados por delitos en contra de la integridad sexual. En ese contexto es que el Papa elige un estilo diferente, una postura más pastoral”. Además, el activista recordó que “Bergoglio, en su momento, ha sido claro en su posición política oponiéndose al reconocimiento de todos nuestros derechos”. Por su parte, en una carta titulada “Un gran paso”, Pedro Robledo, quien milita en el PRO y es integrante de la Falgbt, consideró que los dichos de Francisco son el indicio de que “comienza un nuevo mundo”. “Esta es una declaración para volver y ser cada día más en las misas, en las procesiones, en las diócesis”, sostuvo Robledo, quien había sido recibido por la Presidenta luego de sufrir una golpiza por su orientación sexual. “Yo creo que Francisco es un mensaje más de Dios: un mensaje para comenzar la renovación que la Iglesia necesita. Ya ha hecho un primer milagro. Ha hecho que los jóvenes, todos, volvamos a creer que podemos cambiar el mundo”, finalizó su carta. La Falgbt había pedido el lunes una “fuerte autocrítica” y una “condena firme” a la discriminación sufrida por esa comunidad. No quiero tolerancia, exijo derechos Por Lisandro Orlov * El papa Francisco en su viaje de regreso a Roma y delante de los periodistas dijo en el avión: “Si una persona es gay y busca al Señor y tiene buena voluntad, ¿quién soy yo para criticarlo? El catecismo de la Iglesia Católica dice que no se deben marginar a estas personas por eso”, sostuvo, y agregó: “Hay que integrarlas en la sociedad. El problema no es tener esta tendencia. Debemos ser hermanos. El problema es hacer un lobby”. Consultado sobre por qué no habló de estos temas en Brasil, respondió: “Tampoco hablé sobre la estafa y la mentira. La Iglesia se ha expresado ya perfectamente sobre eso, no era necesario volver sobre eso. Los jóvenes saben perfectamente cuál es la postura de la Iglesia”. Desde ayer esta afirmación que salió en todos los medios me viene molestando y me parece sumamente demagógica y populista. En primer lugar, en esta frase se coloca en un espacio de juicio y de juez donde nadie lo ha colocado. Ya esta perspectiva y esa mirada me parecen lamentables. ¿Quién soy yo para criticarlo? En un primer momento parece muy positivo pero todo el contexto nos lleva a sentir una especie de tolerancia, como que el Papa perdona la vida a quienes vienen del mundo de la diversidad sexual. No me parece que la tolerancia sea la mejor perspectiva y nunca habló sobre los derechos humanos a toda dignidad de las personas de orientación homosexual. Por otro lado termina la frase diciendo que no habló del tema porque “los jóvenes saben perfectamente cuál es la postura de la Iglesia” y ese es justamente el núcleo del problema y no su tolerancia personal e individual. En ningún momento propuso un cambio del catecismo de la Iglesia Católica, que afirma con todo desparpajo que la homosexualidad es “intrínsecamente desordenada” con relación a todos los criterios de esa iglesia con relación a la sexualidad. Toda esta expresión me ha parecido una frase que no le significa ningún costo teológico, doctrinario ni pastoral porque todo continúa igual desde la institución. No me sirve ni quiero esta posición individual que no implica ningún cambio ni costo. Es puro gatopardismo, digamos algo popularmente correcto pero no cambiemos nada. * Pastor. Iglesia Evangélica Luterana Unida
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El sacerdote discriminador Después de la denuncia, el arzobispo Aguer mandó levantar el programa del canal local. Imagen: Télam Por televisión, Raúl Sidders había tildado de “loquitas” y “yeguas” a mujeres que reclamaban por los derechos reproductivos. Para el Inadi, son expresiones con “violencia simbólica y mediática”. El programa era auspiciado por el Arzobispado de La Plata. Por Soledad Vallejos El Inadi dictaminó que en su programa de televisión, el presbítero de un colegio secundario de La Plata tuvo expresiones discriminatorias hacia las mujeres, cargadas de “violencia simbólica y mediática”, lo que constituyó una “práctica contraria a los principios fundantes de la democracia”. Entre otras cosas, el presbítero Raúl Anatoly Sedders tildaba de “yeguas” a estudiantes universitarias que se habían manifestado a favor de los derechos reproductivos. Por ello, el organismo también ordenó a Cablevisión y el canal platense que transmitía el programa semanal que dieran a conocer el dictamen y se abstuvieran de repetir los contenidos, y al Arzobispado de La Plata que se notificara de la actuación. La resolución respondió a una denuncia iniciada por Martha Ungaro y la madre de Plaza de Mayo Adelina Alaye, a la que también se sumó el defensor Penal Juvenil de La Plata Julián Axat, quien señaló a Página/12 que “el dictamen establece parámetros para medir la discriminación de género. Incluso, aporta a la discusión jurídica sobre libertad de expresión y discriminación”. El programa televisivo del cura Sidders se emitía todos los sábados de 10 a 11 de la mañana en el Canal 5 de La Plata. Se llamaba Ave María Purísima y de él participaban alumnos del colegio San Vicente de Paul, que acompañaban al religioso –presbítero del colegio– en el estudio, ante cámaras, y oficiaban de público en vivo. Salía al aire gracias a que el Arzobispado de La Plata contrataba el espacio al Canal 5 de La Plata, cuya señal opera Cablevisión. En 2012, después de conocida la denuncia, Ave María Purísima salió del aire por decisión del Arzobispado. Al mismo tiempo, fueron borradas de YouTube decenas de videos del programa. Sólo sobrevivió un fragmento, que había sido grabado por un medio platense, Diagonales, y que es el que todavía puede encontrarse hoy en Internet. El dictamen del Inadi se basó en ese fragmento de programa. El video es breve, pero el audio es claro. En él, con boina de paisano rural, rodeado de una escenografía minimalista, que reúne una estatua de la Virgen de Luján con un retrato de Manuel Belgrano, el religioso se refiere a una manifestación de universitarias por los derechos reproductivos; a veces habla a cámara y por momentos se dirige a dos adolescentes sentados a una mesa. Dice el sacerdote Sidders: “Había como unas cuarenta o cincuenta loquitas. Son esas que estudian periodismo ahí de la Universidad Nacional de La Plata, que nosotros les pagamos el estudio para que ellas no estudien y estaban en la puerta de la catedral porque era el día de lucha contra la violencia de género, ¿no? Y entonces estas minas aprovechaban para putear, amenazar que iban a quemar la catedral. Contra la violencia, no hay peor violencia que aquellas que pretenden matar a los bebitos que están por nacer porque estas minas... unas chiruzas, como decía mi abuela, ¿no? Contra la violencia de las mujeres, de la reproducción y siempre usan esos eufemismos, ¿no? Cuando hablan de salud reproductiva, en el fondo lo que están diciendo es que el bebito que está por nacer es una enfermedad, entonces el bebito hay que sacárselo de encima. Debe ser una enfermedad para las yeguas éstas. Y un montón de otras barbaridades, amenazaban a la policía. Pero bueno, nosotros somos católicos, creemos en un solo Dios verdadero que es padre, hijo y espíritu santo”. Basado en la Constitución nacional y pactos internacionales como Convención Americana sobre los Derechos Humanos y la Convención sobre Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer, el Inadi estableció que “la libertad de expresión está atravesada por el derecho a la igualdad y el principio de no discriminación (...) los dichos del Sr. Raúl Anatoly Sidders constituyen un discurso discriminatorio”. Que Sidders llame “loquitas” a las manifestantes “estigmatiza a las estudiantes de periodismo en particular, aunque en definitiva y en términos generales la estigmatización abarca a todas aquellas mujeres que reclaman el ejercicio de derechos”. Además, el modo de referirse a las mujeres “que deciden ejercer su derecho a abortar constituye una construcción discursiva tendiente a criminalizar a las mujeres”. Según la ley contra la violencia hacia las mujeres, dice el dictamen, es “un caso de violencia simbólica y mediática”. El Inadi se expidió en función de ese breve video, porque los demás no están disponibles. El defensor penal juvenil Axat recuerda una emisión en la que Sidders “planteaba que si había una plaza que se llamaba Che Guevara, debería haber otra llamada Emilio Massera”. También, que se refirió a Hugo Moyano como “negro de pelo duro”. Sidders fue capellán de Gendarmería hasta 2002, cuando debió dejar Neuquén porque ATE y organizaciones mapuches pidieron su expulsión por autoritarismo e invasión de tierras. Desde entonces, fue asignado a La Plata, la diócesis comandada por Héctor Aguer en la que fue destinado a la capellanía del jardín de infantes San Bernardo, el Colegio San Vicente de Paul y el Instituto de Educación Superior. En 2008 ofició la misa del sepelio del periodista Bernardo Neustadt.

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