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subsidios si o no

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La evolución interanual de los subsidios, una herramienta de política económica que no debe impugnarse ni exaltarse sujeto a regideces ideológicas, muestra una caída notable en los destinados al transporte y el mantenimiento en materia energética. En este contexto Télam y Aerolíneas resultan dos ejemplos de administración estatal eficiente, con notables caídas en materia de gasto interanual y mejora de servicios. Leemos en Analytica: El 1 de julio comenzó a regir la Ley de Exteriorización de Capitales con la cual el gobierno buscará que ingresen al mercado formal USD 4.000 M, el mismo monto del blanqueo de 2009. Un monto que luce ambicioso a juzgar por el interés percibido en las primeras semanas. Aquellos que opten por participar pueden obtener CEDINES, un medio de pago para operaciones inmobiliarias y de construcción de viviendas, o bonos BAADE que tienen un plazo de tres años y un rendimiento de 4% anual en dólares. El objetivo del bono es financiar proyectos de infraestructura y, principalmente, de producción de hidrocarburos a través de YPF. El gobierno es consciente que el déficit energético, dada su creciente demanda de divisas, es el mayor impedimento que tiene la economía para continuar creciendo. Mientras en 2007 las importaciones de combustibles representaban 6,4% del total, en 2012 llegaron a 13,5%, pasando de USD 2.845 M a USD 9.265 M. Lejos de revertirse ésta tendencia, en los primeros cinco meses representaron 15% del total (USD 4.562 M) con un crecimiento interanual de 29%. Pero el déficit energético no sólo afecta al saldo comercial sino también a las finanzas públicas. El sector energético es destino de más de 55% del total de los subsidios; en 2012 recibió $ 55.052 M (+27,7%i.a.). En otros términos, el rojo es equivalente a todo el déficit fiscal de 2012. En los primeros cinco meses de 2013 los subsidios al sector aumentaron 79,6%i.a. (+$11.439 M), principalmente porque las transferencias a CAMESSA alcanzaron $ 13.746 M (+112%i.a.). Por su parte Enarsa recibió $ 2.985 M más que en igual período del año pasado (+62%i.a.). Desde fines de 2011 el gobierno ha intentado moderar el ritmo de crecimiento de los subsidios. Si bien en el sector energético no ha tenido grandes avances, los números sí muestran cambios en el sector de transporte. En 2012 las transferencias con éste destino crecieron bastante por debajo de la inflación (11,5%i.a.) lo que representó una caída en términos reales. Esto se explica por un ajuste en las partidas destinadas a los concesionarios de trenes y subtes (-30%i.a.). Esta tendencia se profundizó en lo que va del año; en el acumulado a mayo los subsidios al transporte cayeron -18% i.a., siendo el Fondo Fiduciario del Sistema de Infraestructura del Transporte la variable de ajuste (-51,3%i.a.). Este último fue creado en un principio para financiar obras de infraestructura pero es en mayor medida el medio de financiamiento de las empresas de transporte de pasajeros del área metropolitana. El aumento en el boleto autorizado en 2012 es la causa principal de la menor necesidad de transferencias del Estado hacia ese conjunto de empresas. En cambio los subsidios a los concesionarios de trenes y subtes se mantuvieron casi constantes (+2,7%i.a.). A mayo las partidas a Aerolíneas Argentinas ($ 1.592 M) fueron, dentro del transporte, las segundas de mayor importancia a pesar de haberse visto reducidas en 12%i.a. Recientemente los directivos de AA anunciaron que en la segunda mitad del año bajarán su déficit en un 30%. No es un dato menor dado que en 2012 cada pasaje había recibido un subsidio de alrededor de $588. Otro organismo público que ha recibido menos subsidios a mayo de este año fue TELAM (-2,3%i.a.) mientras que Aysa y ARSAT aumentaron sus partidas en 61,8%i.a. y 85,2%i.a. respectivamente. Finalmente los subsidios económicos totales mostraron un aumento interanual del 40%. En consecuencia el 50% del presupuesto destinado a subsidios fue ejecutado a mayo, lo que no significa que el gobierno vaya a distribuir la mitad restante en los siguientes siete meses. Por caso, en 2012 el presupuesto se amplió en un 30% a lo largo del año. Este año es esperable que se repita la misma lógica, no sólo por ser un año de elecciones sino porque disminuir los subsidios implica costos en términos de consumo y demanda.

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